Sexo virtual o la negación del sexo.

El "control tecnológico" del sexo está relacionado con la separación del sexo del contacto físico y con el control de nuestras sensaciones sexuales.

El sexo se está moviendo en una dirección virtual, y esta tendencia está marcada por el consumo masivo de: pornografía on-line, sexo teléfonico (hot-lines), sexo vídeo-interactivo (web-cams), sexo en mundos virtuales (Second Life), teledildonics; y también por el uso de trajes especiales y equipos táctiles controlados a distancia.

El sexo electrónico es más seguro y sanitario (no transmite enfermedades ni provoca embarazos), es más práctico (no requiere un noviazgo previo), es más convenientes (está disponible en cualquier momento) y puede ser exactamente lo que usted desea: sus socios puede ser cualquier persona, o cualquier cosa, sin ninguno tipo de defecto físico. La virtualización del sexo ha progresado desde las primeras pinturas y fotografías eróticas al sexo en Second Life.

El Teledildonics es el próximo paso, y está dando vueltas desde los primeros días de la web. Pero el equipamiento disponible ha sido tan crudo que no ha proporcionado experiencias agradables, de acuerdo a la opinión de muchos usuarios. De aquí a diez años sin embargo, el sexo Wii será muy popular.

La sofisticada industria de la robótica está desarrollando nuevas tecnologías para detectar la emoción humana (para anticipar los deseos humanos -simulando conductas humanas-), apresuran la virtualización del sexo. La gente que hoy vive demasiado ocupada o que tiene preferencias demasiado extravagantes y es tímida a la hora de revelarlas a una persona viva (real), puede optar por el sexo robotizado como una alternativa. Tendremos un problema serio con los derechos de los robots cuando "las mentes" de éstas máquinas alcancen un estadio de timidez verdadera - quizás un problema de proporciones apocalípticas - y esto afectará al sexo robótico como a todo lo demás.

Muchas personas estás horrorizadas porque piensan que el sexo virtual y la pornografía reducen el deseo y la tolerancia al sexo físico, especialmente con sus repectivas parejas. Considero que esto es una cuestión de preferencias individuales, porque muchos seguirán optando por el sexo físico. La declinación del sexo físico pronto será superada por las neurotecnologías que controlarán y canalizarán el deseo sexual. Pronto, además de Viagra, tendremos químicos que incrementarán y canalizarán el deseo.

Con estos nuevos fármacos podremos estimular distintas partes del cerebro: Las que desean "socios" o experiencias específicas. En un futuro cercano podremos alejar pensamientos sexuales sobre niños o convertirlos en pensamientos adecuados para adultos. Podremos hacer a los gays heteros y podremos convertir en heteros a los gays, y todas las posibilidades intermedias.

Nosotros tenemos cerebros conectados con redes de nervios (neurológicas) y estamos en condiciones de experimentar una sensación completamente virtual de nuestro cuerpo, por lo tanto podríamos tener sexo de una calidad igual o mejor con "socios" en un contexto de realidad virtual o de distintas combinaciones de realidad virtual y de realidad material: dos personas verdaderas en un espacio virtual, un "socio" virtual en un espacio verdadero, dos personas verdaderas y una virtual en un espacio virtual, entre muchas otras posibilidades.

Las redes neurológicas y los nuevos psicofármacos permitirán que modifiquemos y que realcemos nuestra experiencia sexual y emocional, que tengamos orgasmos tan largos como queramos, que no tengamos orgasmos, o que hagamos una experiencia del amor cósmico o introspectivo en lugar de un orgasmo.

También, como ganamos control sobre la neuroqúimica del sexo y el amor podemos definir opciones conscientes, explícitas sobre nuestras sensaciones y deseos. Esta tecnología permitirá definir acuerdos entre las parejas para predeterminar el tiempo de la relación y también para modificar pensamientos adúlteros. También favorecerá a los religiosos que practican el celibato. Quizás no tomar la píldora del celibato marcará el límite real del auto flagelo. Tal vez como la gama de opciones sexuales se amplía mucha gente adapte la monogamia y aun el celibato, canalizando toda su energía libidinosa en otro tipo de búsquedas.

El desafío deberá seguir siendo una sociedad liberal, porque los índices de natalidad están descendiendo y el riesgo de obsesiones sexuales virtuales está creciendo. Estos controles neurotecnológicos sobre la sexualidad podían permitir nuevas formas de puritanismo y de represión en sociedades autoritarias, “curando" a los homosexuales y haciendo cumplir la monogamia contra la voluntad de la gente. Tendremos que trabajar para defender la libertad cognoscitiva y el liberalismo sexual contra las fuerzas de la represión, en parte desarrollando los medios para que la gente controle su propia sexualidad. La discusión sobre los límites del sexo en mundos virtuales está recién empezando.

Texto original de James Hughes (científico e investigador del Trinity College - Hardford, Connecticut).