Cacerolas contra Kirchner en Buenos Aires

En distintos lugares de la ciudad de Buenos Aires, manifestantes expresaron su rechazo a la política del oficialismo. Horas antes, la presidenta pronunció un encendido discurso en contra de las medidas de fuerza de los productores agropecuarios. Los empresarios del campo respondieron al discurso presidencial con bocinas y cacerolazos que se extendieron hasta sectores urbanos.

Fragmento de la nota de Juan Irigaray, publicada por El Mundo de España, hace unos minutos: "Con el nuevo esquema tributario, los productores deben dejar en las arcas del Estado hasta el 56% del total de sus ventas. Por ello es que desde hace 13 días los agricultores y hacendados cumplen una huelga nacional contra el Gobierno, sin comercializar granos ni carnes en el mercado mayorista".

Con su discurso intransigente de ayer a la tarde, Kirchner subió la apuesta de la confrontación y logró instantáneamente que los empresarios hablen de paro por tiempo indeterminado "hasta que eliminen las retenciones" - y con ellas al actual ministro de economía - y que las cacerolas de la "sonora clase media" se escucharan en Plaza de Mayo, Recoleta, Belgrano y Caballito. Nadie imaginaba hace una semana la dimensión de la crisis política actual. El gobierno tampoco sabe - ni supo- explicar a la sociedad la política económica oficial, supuestamente inclusiva desde lo social, que justifica los ajustes en las retenciones. Dijo Kirchner en su discurso de ayer: "Esta competitividad que tiene el sector es la que los ha tornado en competitivos y con una rentabilidad nunca antes vista. Si no hubiera retenciones (impuestos) al pollo, la carne y la leche, los argentinos la verían por televisión".

Esta noche el "Paro del Campo" salíó definitivamente de su contexto original para instalarse en la agenda política de la Nación: Los gobernadores de Córdoba y Santa Fé llamaron a un diálogo urgente, sin condiciones, entre el gobierno nacional y los empresarios agropecuarios.

> La 'cacerolada' contra Kirchner en Buenos Aires degenera en disturbios :: El Mundo