Existen alegatos sobre fiestas con strippers realizadas en la alcaldía y también sobre mensajes de texto explícitos, entre el alcalde y su amante, Christine Beatty, que hasta hace poco tiempo también era su jefa de gabinete. Pero la actitud de Kilpatrick para enfrentar estos temas se parece más a la del senador Larry Craig que a la del gobernador de New York. El alcalde no va a renunciar sin antes pelear hasta las últimas consecuencias. Según el fiscal, los abogados están intentando aportar evidencias a la causa, pero muchos documentos han sido destruidos. Los abogados del alcalde dicen que que los argumentos del fiscal son vagos, ambiguos e indefinidos y no son lo suficientemente pesados como para avalar los cargos.
Los cargos se derivan de las denuncias que Kilpatrick y Beatty, mintieron bajo juramento sobre su relación íntima durante el año pasado, en el juicio que involucraba a dos ex oficiales de la policía de Detroit. Esos policías habían demandado a la ciudad, alegando que fueron despedidos por investigar denuncias relacionadas con las fiestas realizadas en la alcaldía y con la mala conducta de dos ex-guardaespaldas del alcalde. En septiembre, un jurado concedió a los dos policías más de 6,5 millones de dólares en un acuerdo negociado en secreto por los abogados de Kilpatrick, en un intento por mantener los mensajes de texto fuera del alcance de los medios, de acuerdo a la nota publicada en el Detroit Free Press.
En enero, cuando el Detroit Free Press publicó extractos de los mensajes de texto entre Kilpatrick y Beatty, que ponen en evidencia las mentiras del alcade en relación a éste affaire. Pocos días después de la nota publicada en el Detroit Free Press Beatty renunció a su cargo y Kilpatrick salió en Televisión de la mano de su esposa Carlita. Las mujeres de los políticos norteamericanos adúlteros apoyan incondicionalmente a sus maridos.
> Texts, Lies and the Mayor of Detroit :: Time
