Nueva cultura de consumo de música grabada

La mitad de los adolescentes almacena sus canciones favoritas en su disco rígido y además intercambia con sus amigos CDs regrabados, de acuerdo a los datos obtenidos por una investigación realizada en UK. Estos datos hablan del conflicto que le provoca "el copiado en casa" a la industria de la música - industria que ya esta en conflicto con los servicios de "archivos compartidos" de la web . Tres décadas después que un grabador de casettes permitió hacer "copias libres para los amigos", un estudio realizado por el grupo industrial British Music Rights [BMR] sugiere que el hábito de copiar música esta arraigado en la cultura británica - en cifras, el 95% de los adolescentes copian música ilegalmente. Un ejecutivo de BMR dijo que la investigación realizada pone en relieve la urgente necesidad de que la industria se adapte a los hábitos de los consumidores. Solo una de cada 20 descargas se paga. De todas maneras es mucho mayor el porcentaje de copias off-line que se distribuyen ilegalmente entre amigos en soporte CD, que el de las copias que se descargan desde la web. BMR aglutina compositores y editores de música y según su vocero, éste es el primer estudio académico realizado para conocer cómo consume música el publico británico. Más de la mitad de los encuestados dijeron saber que copiar música de un CD a otro CD es ilegal y sin embargo lo hacen. Los ejecutivos de BMR creen que solo combinando proyectos educativos y desarrollando nuevas formas de proveer música a los consumidores - por ejemplo: downloads patrocinados, puede superarse esta crisis. En UK están entusiasmados en aplicar la norma que actualmente se usa en España y en la Unión Europea, que establece que donde se crea una excepción en el uso de la copia privada, el autor y el intérprete deben ser compensados. Sobre éste concepto nace el Canon Digital. La piratería es una actividad ilegal que no afecta los negocios de los medios de comunicación ni de los fabricantes de hardware, pero que si afecta los de la industria de la música; que tiene actualmente un modelo de negocios en crisis, pero que al mismo exige por intermedio de los representantes de los autores y empresarios el cumplimiento de las normas vigentes. [The Guardian]